viernes, 28 de junio de 2013

“¿Es posible mejorar la evaluación y transformarla en herramienta de conocimiento?”

“¿Es posible mejorar la evaluación y transformarla en herramienta de conocimiento?”

PRINCIPIOS
ACCIONES PARA MEJORAR LA EVALUACIÓN.



La evaluación no es ni puede ser un apéndice de la enseñanza ni del aprendizaje...
v  El análisis crítico de los mismos procesos e influjos socializadores, incluso legitimados democráticamente.
v  La utilización del conocimiento y la experiencia más de la comunidad humana para favorecer el desarrollo consciente y autónomo de los individuos y grupos que forman las nuevas generaciones de modos propios de pensar, sentir y actuar
v  El mejor método que un profesor puede utilizar para que sus estudiantes desarrollen formas activas y creativas de aprendizaje es transparentar, en sus clases, los procesos que él mismo puso en juego al aprender





La mejora de los exámenes comienza mucho antes...
v  Se intenta mostrar que las pruebas de evaluación de los aprendizajes serán valiosas, en primer lugar, en tanto nos permitan conocer la manera y el grado de apropiación que los estudiantes han realizado de un conocimiento, que se considera importante y digno de ser conocido
v  Fundamentar cómo la escuela y los docentes, en forma individual y/o grupal, tienen un espacio de decisión sobre los contenidos de la enseñanza
v  Construir instancias evaluativas capaces de evidenciar los procesos de sistematización de información, indagación, problematización, relaciones de categorización, generalización, diferenciación, inducción y deducción de principios, aplicación y creación de procedimientos, resolución de problemas
No existen formas de evaluación que sean absolutamente mejores que otras...
v  Nuestra postura es que los objetos de evaluación son construidos gracias a las preguntas que les formulemos y las finalidades que se les hayan atribuido. Por lo tanto, variarán de acuerdo con ellas. “Lo que se evalúa” no son “cosas” con existencia e identidad independiente de quienes las valoran.
v  Una evaluación pertinente deberá acercarse al plano de las realizaciones concretas, mediante la observación, el registro, la entrevista focalizada, la resolución de problemas prácticos y el diálogo explicativo posterior.



La evaluación [puede] pasar a ser una herramienta que permita comprender y aportar a un proceso.
v  Una de las tareas del docente, en este enfoque, es determinar —evaluar— cuándo es conveniente, necesario y posible intervenir para promover el cambio cognitivo
v  Presentación de situaciones problemáticas que el estudiante debe resolver trabajando con determinados materiales.
v  La “evaluación dinámica” comprende dos aspectos: el primero evalúa el estado actual del niño en relación con la zona disponible para la adquisición del concepto. El segundo evalúa la “modificabilidad”, la disponibilidad del alumno para aprender.


Obtener información acerca de lo que se desea evaluar es sólo un aspecto del proceso evaluativo.
v  Diseñar instrumentos y aplicarlos, optar por alguna metodología en lugar de otras, nos permitirá tener acceso a una cierta cantidad de información en relación con lo que se desea evaluar
v  Las “verdaderas evaluaciones” serán aquellas en las que docentes y alumnos, con la información disponible, se dispongan a relacionar datos, intentar formular algunas hipótesis y emitir juicios fundados que permitan comprender lo que ocurre, cómo ocurre y por qué

La evaluación se constituye en fuente de conocimiento y lugar de gestación de mejoras educativas si se la organiza en una perspectiva de continuidad.
v  Una evaluación formativa se intenta ante todo comprender el funcionamiento cognitivo del alumno frente a la tarea propuesta
v  La información proporcionada por estas “evaluaciones verticales” permiten reconocer algunos signos esperables (“normales”) y detectar, si los hubiera, los que no lo son (“anormales”).
v  Para poder interpretar determinadas pruebas de rendimiento es necesario explicitar qué vamos a considerar “buen aprendizaje”; qué entendemos por “logros educativos”; qué queremos decir cuando decimos “sobresaliente”, “bueno” o “regular”; qué queremos significar con “buena enseñanza”... A partir de estos parámetros es posible realizar un análisis de distintas situaciones, elaborar las primeras hipótesis.
v  Proponer algunos recursos didácticos que faciliten formas de colaboración e intercambio entre los propios alumnos, que les posibilite desempeñar ellos mismos tareas de observación y registro de las actividades de aprendizaje. Esto permitiría, en grupos numerosos, integrar la evaluación a las actividades pedagógicas, sin centrar sólo en el profesor dicha tarea.


La evaluación de las estrategias de aprendizaje es un área con amplias posibilidades de incidencia en la transformación de dicho proceso.
v  “secuencias integradas” y “elegidas con un propósito” procesos integrados, que pueden llegar a ser construidos, conocidos y utilizados por el sujeto, en función de determinadas demandas de las tareas de aprendizaje
v  Promover procesos favorecedores de instancias metacognitivas, que permitan la toma de conciencia y la reflexión crítica sobre los mismos, sus alcances y limitaciones,
v  Observar, preguntar, registrar, aportar elementos para promover la reflexiones del sujeto

El uso de la información proveniente de las acciones evaluativas, permite la apropiación democrática del conocimiento que en él se produce.
v  Dedicar tiempo a las instancias de “devolución de la información”, de modo que ese diálogo facilite la comprensión de los factores intervinientes en el transcurso de la enseñanza y el aprendizaje. Asimismo, intercambiar ideas acerca de las posibilidades de mejora es un aspecto fundamental en el intento de convertir a la evaluación en herramienta del conocimiento.

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